MANON, LA LOCURA
Por: Francisco Ceja Leyva
La mañana era fría, aun el cielo estaba oscuro y tenebroso,
Manon, chico alto, musculoso y de buen parecido, su cabello chino con barba
cerrada, como siempre caminaba rumbo a su trabajo; el cual le agradaba del todo. Él trabajaba en una
fábrica no muy lejos de su casa, él era supervisor de dicha fábrica le gustaba
cumplir con su trabajo, hasta que
una mañana en el trabajo recibió una llamada; Era su padre:
-
-------- Tu madre ha muerto Manon, a causa de un infarto
fulminante.
Manon, pasmado
y con una cara de miedo no podía creerlo, aquella señora dadora de vida se
había ido de este mundo, sin haber podido decir adiós, cayó en depresión,
sin ganas de vivir, tristeza, ya nada
era igual para él.
En la fábrica
su desempeño comenzó a bajar muy
drásticamente causando un llamado ante
su jefe inmediato, quien le diera unos consejos para poder trabajar, y así no
perder su empleo. Manon ni con eso se sentía motivado para seguir y retomar su vida.
Alicia, una
chica güera de cabello rubio, siempre feliz y entusiasmo de trabajar, era
la hija de Roberto, jefe inmediato de los trabajadores de la fábrica, a la que le dio el puesto de segunda
al mando, para así poder quitar un poco de estrés del trabajo a su
padre. En su oficina, el primer día de labores comenzó a revisar uno por uno
los expedientes de infinidad de trabajadores que en su
quizá herencia (fábrica) laboraban; ahí mismo se encontró con un expediente que
la causo intriga investigar más a fondo; en él, se observaba una baja muy
importante de desempeño en los últimos meses. Alicia comenzó a investigar a
este empleado de nombre, Manon.
Tras unos días de observación, Alicia, decidió
acercarse y platicar con él, saber más, ayudar a subir el desempeño y evitar el
despido.
- ----Hola, me llamo Alicia ¿Tú debes ser Manon, cierto?
Sin levantar
la mirada Manon contestó: - Así es, ese soy yo, ¿Qué se te ofrece?
---Nada, solo
quería preguntarte la causa de tu baja en el desempeño dentro de la fábrica.
Callado y sin
contestar aquella pregunta, levantó su
cabeza hasta quedar frente a frente con
Alicia, sus miradas se cruzaron; Manon
quedó maravillado con los ojos grandes color miel de esa chica
que se hacía llamar Alicia y que era la primera vez que la miraba. Su
silencio fue un poco largo hasta que fue interrumpido por la misma Alicia
preguntando:
- ---- ¿Estás bien?, ¿Te sucede algo?
- ---- No. No es nada,
lo que pasa que el trabajo me tiene cansado y algunas inquietudes en mi
hogar.
Alicia sintió
que no era un buen momento para interrogar a Manon así que decidió irse y
regresar en otra ocasión para seguir con su investigación sobre el bajo
desempeño laboral.
Al verla irse
con paso firme entre aquella fábrica, él
ya no era la misma persona de hace unos segundos, por fin sentía una
sensación de volver a sentirse feliz y
retomar el rumbo perdido, aquella mujer lo había maravillado, así que tomó la decisión de volver a la rutina de
echarle ganas y con eso, llamar la atención de Alicia. De inmediato ella
comenzó a notar esa mejoría en el desempeño, todo cambio y no hubo necesidad de interrogar a Manon;
después de tanto tiempo, él pudo superar
la muerte de su madre.
Las semanas y
meses transcurrieron, Alicia y Manon se conocían cada vez más y se
acercaban más uno al otro, convivían
casi todos los días. Todo eso desato una relación amorosa que se mantuvo a escondidas del padre de Alicia quien fuera
jefe inmediato de Manon, el que los dos fueran pareja, podría causar un enorme
revuelo en la fábrica, desacuerdo entre demás trabajadores, en fin, problemas y
más problemas.
Todo corría de
lo mejor con ellos dos, hasta que Manon tuvo la idea de tener una cena con su padre y chica, ya era
hora de que se conociera Nuera con
suegro. Aquel día, la cena ya estaba preparada, su padre muy feliz porque su
hijo había retomado la felicidad y entusiasmo. Cuando el padre de Manon, Gabriel, decidió tomar un
descanso y esperar a su hijo con aquella chica de quien su hijo tanto hablaba,
sonó el timbre de la puerta:
- ----- Deberían ser ellos- Dijo Gabriel.
Se encamino a la
puerta para preguntar quien era, a lo
que Manon rápidamente contesto:
- -----Somos nosotros, hemos llegado. ¡¡Abre la
puerta!!
Gabriel no se
imaginaba lo que iba ver al abrir la puerta. Sí, era una chica muy guapa la que
acompañaba al hijo de Gabriel; pero al padre de Manon le entro un pánico al ver
el rostro de Alicia.
- ---- ¿Qué te sucede padre? ¿Todo bien?- Dijo Manon
- ----- Sí, todo bien hijo no preocupes, pasen y siéntense.
La expresión
de su padre dejo el ambiente tenso entre todos, no se sabía la razón por la
cual el gesto se hizo presente; un ambiente
muy pesado seguía ahí que hizo a
Manon pensar y analizar la situación e investigar el porqué del comportamiento de su padre ante la presencia
de la al fin chica que pudiese regresarlo a
una vida feliz. Él y Alicia se retiraron de la casa.
Los próximos
días, después del trabajo, Manon se dedico
a investigar que había pasado esa
noche, mientras su relación continuaba de lo mejor, pero en secreto para que no
se diera cuenta el padre de Alicia. Una tarde Manon salió temprano del trabajo
y tomó rumbo a casa, su padre no estaba en casa, para lo cual aprovecho buscar
en el cuarto de Gabriel algún tipo de información, dato, señal, lo que sea
sobre su averiguación. Para su quizá suerte o no, dentro de una de las cajas
más viejas y polvorosas del armario de su padre, Manon encontró un sobre con una carta escrita por su madre,
la cual prefirió guardarla y leerla en otra ocasión puesto que su padre ya había dado aviso de su
regreso.
Ya en su
cuarto. Manon se propuso leer la carta de aquel sobre, claro, era de su madre,
tenía que saber que era lo que
se encontraba escrito.
Un miedo
comenzó a recorrer su cuerpo al empezar a leer las primeras líneas, con
titubeos y un poco de nerviosismo, comenzó a leerla:
CARTA A MI
HIJO MANON.
“Esto querido
hijo, es para que yo pueda hablarte con
sinceridad acerca de una cosa que estoy
segura cambiará por completo tu vida y que espero que cuando estés leyendo esta
parte, tengas la edad y madurez suficiente para poder asimilar esto que te
diré…”
Una sensación
extraña sensación invadía el cuerpo de Manon preguntándose qué ocurriría, qué
era lo que su madre tenía guardado para él.
Prosiguió a
leer lo demás.
CARTA A MI
HIJO MANON.
“Es mejor que
tomes asiento y respires con tranquilidad porque lo que viene será de golpe,
duro pero mejor que echar cualquier rodeo al asunto. Gabriel, no es tu padre y
estoy tan apenada que lo sepas de esta manera tan no ortodoxa. Yo tengo una
enfermedad que estoy segura acabará conmigo muy pronto y por si las dudas te dejo aquí lo que ya sabes. No te enojes
conmigo, por lo que más quieras; yo conocí a tu verdadero padre hace 40 años,
él era muy apuesto pero tuvimos diferencias entre nuestros padres y familiares
por lo cual tuvimos que separarnos y tomar vidas distintas; tú, ya estabas en
mi vientre así que tuve que buscarte un padre, alguien quien te diera esa
figura paterna, cobijo, resguardo, así llego Gabriela nuestras vidas y quiero
que sepas que siempre fue un buen
hombre.; a pesar de no ser tu padre, te
cuido como si fuese el verdadero…”
Mientras Manon
leía todo esta información impactante,
sus lágrimas caían a chorros y empapaban su rostro, no sabía qué hacer, qué
pensar, aquella tristeza regreso convertida en enojo por enterarse de
eso, en esa circunstancia.
Siguió leyendo
la carta.
CARTA A MI
HIJO MANON.
“Pero eso no
es todo hijo mío. Mientras yo ya estaba
establecida con Gabriel, volví a ver a tu padre, el real, fue algo extraño,
sentía ganas de verlo, sentirlo y en una noche desenfrenada donde la pasión y
el amor dieron frutos, quedé embarazada de otro bebe; una niña de quien no te revelaré su identidad
para mantenerlo así, en secreto. Tú eras muy pequeño para recordar aquello; en
cuanto ella nació tu padre se la llevo y jamás lo vi de nuevo….”
En eso, una
llamada interrumpió su lectura; era Alicia desesperada, llorando eufórica
pidiéndole ayuda a Manon. Su padre Roberto había sufrido un accidente en la
fábrica y se encontraba en el hospital; él acudió en su ayuda sin pensarlo.
Ya en el
hospital, el padre de Alicia agonizando, sin fuerza, con una mirada pálida y cabizbaja
les pidió a su hija y Manon que se sentaran juntos para escuchar algo
que Roberto tenía que decir antes de su posible muerte.
Comenzó
diciendo:
- -----Siento que mi hora ha llegado hija, y aprovechando
que Manon está con nosotros, tengo una historia
que contarles; algo que los une muy a fondo.
Manon y Alicia:
--- Adelante, no temas escucharemos atentos a lo que quieres decir.
Roberto: --- Está
bien. Todo comenzó en con una mujer que
marco mi vida, su nombre era María.
En eso,
Manon se sorprendió un poco, ese nombre era el mismo que el de su madre lo
cual causo una sensación de tristeza y
recordar todo lo pasado, pero aun así
dejo que siguiera hablando
Roberto.
-
Ella y yo, tuvimos dos hijos en común. Con el
primer hijo hubo problemas, nos tuvimos que separar, no nos volvimos a ver
hasta que nació la segunda hija.
Esto empezó a
preocupar a Manon y Alicia e interrumpieron a Roberto.
- -----¿Qué es lo que estás tratando de decir? No
comprendemos papá, esto me está causando
una extraña sensación.
- ----- Escucha hija, lo diré rápido y directo. Tú y
Manon, son hermanos.
Esas palabras
de Roberto terminaron por poner aún más
tenso el ambiente, ellos tenían una relación ya de tiempo e incluso tenido relaciones sexuales, ese secreto los
dejo completamente perplejos, sin saber que decir, que pensar. Manon comenzó a
sudar y a mostrar signos de desesperación, frustración que lo hizo salir del
hospital con Alicia detrás de él.
- -----Calma mi amor todo saldrá bien.
- -----Que estás diciendo Alicia, que no escuchaste lo
que tu papá dijo, o más bien nuestro padre, somos hermanos, lo de nosotros no
puede ser, todo este tiempo.
- ----- Calma Manon lo arreglaremos, yo te amo no me
importa el que seamos hermanos.
-
Estás loca Alicia, no puedo seguir con esto.
La locura
comenzó a invadir a Manon, su temperatura corporal comenzó a subir, sus ojos se
tornaron rojos, un color sangre que denotaba furia, enojo, rabia; él amaba a su
madre, era la razón por la que paso
tanto tiempo solo, sin nadie, un gran amor a su madre y el enterarse que
había tenido relaciones con una hermana, producto de la misma madre le
causaba repulsión, asco, una ignominia que no podía perdonar.
Tomó la mano
de Alicia y le indico que fuera al carro, que hablaría con su padre y todo
estaría bien, regresaría todo a la normalidad, ella accedió y salió del
hospital. Manon, con todo los sentimientos encontrados en su cabeza se dirigió
a la habitación de su verdadero padre,
Roberto, al llegar Roberto le pregunto
su opinión sobre aquella importante noticia trascendental, Manon no
contestaba y se quedaba parado con una sonrisa un poco macabra, sus ojos no
veían en una sola dirección, entró a la habitación y se postro justamente del
lado derecho de Roberto, Tomó la almohada que estaba como respaldo de su padre
y con una delicadeza, la dejo caer en el rostro de Roberto pronunciando estas
palabras:
- ----- Tú, no eres mi padre, nunca estuviste conmigo,
solo quieres separarme de Alicia; pero
nadie la tendrá ahora.
Poco pudo
hacer en la cama, agonizando. Roberto
había sido asfixiado por su propio hijo; la locura por un amor entre hermanos y el enojo de
recibir la noticia, sentimientos hacia su madre, muchas cosas abundaban en ese
momento la cabeza de Manon.
Sin pensarlo
abandonó el hospital para encontrarse con Alicia quien le pregunto por la salud de su padre.
Manon respondió:
- ---Nuestro padre ha muerto de un infarto, la
impresión de dar la noticia terminó por matarlo.
- ---Necesito verlo Manon, no pude despedirme de él.
Dijo Alicia desesperada.
- ----- No te preocupes Alicia no podemos pasar en estos
momentos, ellos nos avisaran cuándo
podremos recoger el cuerpo, vayamos a
casa, tenemos que hablar.
Llegaron a
casa del ya fallecido padre de ambos. Manon seguía con esos instintos de furia y
desesperación, ya nadie podía tener la compañía de Alicia; para él ninguno merecía estar vivo en esos momentos.
Alicia se encontraba sentada en un sillón un poco viejo, llorando
desconsoladamente, su padre había muerto; su padre había sido asesinado. Los llantos distrajeron a Alicia, eso dio
oportunidad a Manon de tomar por sorpresa a su hermana con un brutal golpe en
la cabeza que lanzo con una fuerza a
Alicia contra el piso; eso no detuvo a Manon, él seguía y seguía dando golpes
tras golpes, patada tras patada hasta matar a su pareja que al mismo tiempo era su hermana. El
piso se pintó color rojo, gran cantidad de sangre se observaba en el piso, esto
asombro demasiado a Manon despertándolo
de aquel transe de sentimientos y furia. Mató a su padre y pareja, era su misma hermana, una sensación
de fracaso y culpa de ver esas
horripilantes imágenes de Alicia bañada en sangre, nada podría regresarla con
él.
Las ganas de
no vivir regresaron, la tristeza aumento y con las piernas temblorosas se puso
de pie y entró a la cocina, tomó un enorme cuchillo el cual calvo contra su
pecho dejándolo en una lenta agonía.
- ---- No te preocupes mi amada Alicia, pronto estaré
contigo, nunca te abandonare.
Al término de
esas palabras, Manon fue presa de su propia frustración y tristeza que
terminaron por quitarle la vida.
FIN